martes, 9 de octubre de 2012

Berlin, años 20: Así llegó el Jazz (Parte I)

En la década de los 20 comenzaron a llegar a la metrópolis las bandas de Jazz provenientes de EEUU desatando una fiebre que se extendió rápidamente por la capital de la cultura y el placer. Este estilo fue reemplazando progresivamente la música tradicional en los cabarets y teatros de revista de la ciudad pero no fue hasta la estabilización económica, allá por 1924, cuando la mayoría de los berlineses pudieron disfrutar de éste.

En un principio, el sentimiento de atracción se centraba en su aspecto más exótico encarnado por la gran Josephine Baker y el teatro de revista del que era protagonista: “La Revue Négre”. En diciembre de 1925 llegó la cabaretista estadounidense a Berlín para presentar su espectáculo en el Theater De Westens. El público quedó absolutamente fascinado.  A partir de entonces, se dijo, “las mujeres de Berlín no volverían a ser las mismas”.

Se consideraba al mismo tiempo que este show reforzaba y subvertía los estereotipos raciales. El ejemplo más evidente es la performance intencionalmente ridícula “Danza de los salvajes” en la que los bailarines portaban taparrabos y Josephine la famosa falda hecha de plátanos.


En el mismo año otro famoso espectáculo llegó desde Nueva York al Admiralpalast de Berlín el musical “Chocolate Kiddies”.  

Sam Wooding y su Orquesta fueron seleccionados para el nuevo teatro de revista que se estaba diseñando para ir de tour por Europa. Una idea concebida por el vaudeville de Rufus y Drayton, con Edith Wilson y Adeline Hall como vocalistas y Tommy Ladnier como estrella solista. Treinta coristas, otros tantos bailarines y comediantes completaban la crew. En el show se interpretaban once temas musicales, muchos de ellos de Duke Ellington.

Chocolate Kiddies (European Tour)

"Sam Wooding & His Chocolate Kiddies" son reconocidos por ser de las primeras bandas en traer el Jazz a Europa. Entre 1925 y 1926 realizaron varias grabaciones en Berlín. Entre los temas editados se encuentra éste:




Todos los periódicos se hicieron eco de ambos espectáculos describiéndolos como primitivos, primigenios y, al mismo tiempo, absolutamente modernos y arrolladores.  

” Son una mezcla de bosque primitivo y rascacielos; como su música, el Jazz, con sus colores y ritmos. Ultramoderno y ultraprimitivo". 

” Nos han traído nuestra cultura. La humanidad ha vuelto a sus orígenes en los pasos, las sacudidas y cuerpos liberados.  Son la expresión más profunda de nuestro anhelo más íntimo”.

Tal fue la profunda huella que dejaron en la ciudad que Josephine Baker escribió en sus memorias: “En los periódicos berlineses escribieron que yo era la personificación del expresionismo alemán de hoy, del primitivismo alemán… ¿qué significa todo eso?”.

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Poco a poco la gente comenzó a tomar en serio el jazz como una forma de arte. Los músicos alemanes comenzaban a sentir verdadero interés por este estilo musical que tan novedoso y ajeno a todo lo anteriormente conocido les parecía. Fueron dando pequeños y discretos pasos aproximándose al estilo en un principio por imitación. Los instrumentos que más facilitaron la aproximación inicial al Jazz fueron el saxofón y la percusión.

Sin embargo, el fraseo, las tonalidades y la improvisación no les resultaban sencillos a los músicos germanos. En Alemania es el clarinetista Eric Brochard el considerado como uno de los pioneros del Jazz por ser de los primeros en interiorizar el estilo y tener éxito en los escenarios.
El primer "Libro alemán de Jazz" fue publicado por Alfred Baresel en 1926. En 1928 Bernhard Sekles, director del Conservatorio en Frankfurt am Main, puso en marcha una primera clase de jazz. La ópera jazzística de Ernst Krenek titulada "Johnny spielt auf" se convirtió en un éxito de taquilla en 1927.
Incluso renombrados compositores de música clásica como Paul Hindemith y Kurt Weill comenzaron a interesarse por las formas de expresión del jazz y aproximarse a ellas en sus obras posteriores. De Kurt Weil cabe destacar la archiconocida obra musical y éxito de taquilla en el Teather am Schiffbauerdamm de Berlin "La Ópera de Tres Centavos" escrita por Bertolt Brecht. 

La metrópolis estaba en su mayor apogeo artístico, cultural y la científico. El estilo de vida de esos años locos era especialmente rebelde y estaba influenciado en muchos aspectos por el Swing y el Jazz. El Charleston se convirtió en el baile más popular, pero también se bailaban incansablemente el Fox-trot y el Tango. Y paralelamente a las voces de la gran Marlene Dietrich y Zarah Leander sonaban con fuerza las notas del Swing americano y las memorables melodías de las bandas de Jazz de George Gershwin, Fletcher Henderson e Irving Berlin. 

2 comentarios:

  1. ¡Cuidado con el trabajo de documentación! Zarah Leander por aquella época aún vivía en Suecia. Sus primeras incursiones en la opereta vienesa y su primer contrato con la UFA datan de 1936. Sí había muchas cantantes alemanas que hacían incursiones en el repertorio del Jazz, pero no precisamente la Leander, que estaba más especializada en un repertorio de balada sentimental que de jazz. Sin embargo, si tiene una grabación de 1938 del éxito swing "Bei mir bistu schejn" en sueco.

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    1. Estimado jarillot,
      se agradecen el comentario y los datos biográficos pero ¡cuidado con las réplicas!
      Que en ningún momento dije que Zarah Leander viviera en Berlín en aquellos años ni que cantara Jazz.
      Si no que escribí: "Y paralelamente a las voces de la gran Marlene Dietrich y Zarah Leander, sonaban con fuerza las notas del Swing americano...".

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